martes, 30 de octubre de 2007

El mundo de los clásicos y grandes escritores

Hace algunos años, mi hija menor me pidió que le eligiera un libro para leer.
¿ Sobre qué quisieras leer? le pregunté, para mi asombro me contestó: "algo que sea difícil". Obviamente, hube de cuestionarle, qué significaba algo difícil para ella, a lo cual manifestó: algo que no sea una pavada....

Ciertamente, me gratificó el hecho puntual que supiera distinguir entre una lectura liviana y algo que supuestamente le complicara su fácil comprensión. Así que aproveché la oportunidad y le entregué un libro de Jorge L. Borges. El libro en cuestión era Ficciones, le aclaré que empezara por Funes el Memorioso y que si no comprendiese algo me lo hiciera saber. Fue así, que a la noche siguiente, estábamos ella y yo leyendo juntas el libro. Comencé a leer de a párrafos y cada una intentaba dar una imagen de lo que le parecía, de cómo imaginaba el lugar, cómo eran las facciones del personaje y su vestimenta, su modo de caminar por ejemplo. Adentrándonos en el cuento, pudimos extraer de aquella lectura mucho más que lo leído, logramos darle vida y color al personaje, haciéndolo propio, apartándolo de la hoja impresa.

Esta pequeña situación, hizo que hoy día, mi hija tenga predilección por la lectura en general, su propio criterio de búsqueda y lo más importante: amor por los libros.


Si hay alguien que aún no empezó, que es temeroso de leer un clásico pensando que no lo entenderá, tal vez en este rinconcito de lectura, podamos entre todos, entenderlo, hacer de cuenta que alguien nos está contando el cuento y llegar a su comprensión, en la continuidad habrán descubierto el deleite de entrar : Al Mundo de los Clásicos y de los grandes escritores.

Para quien quiera disfrutar de Funes el Memorioso solo basta hacer click.

viernes, 26 de octubre de 2007

Contingencia Positiva

Y así sucedió cuando, los hasta ese momento inquebrantables muros de su fortaleza cedieron poco a poco, resquebrajando su seguridad construida a traves del tiempo, donde parecía que nada ni nadie podría conmover o alterar su rumbo.

Y así sucedió que donde antes ni siquiera un mínimo rayo de luz podía filtrarse, de a poco la grieta engañosa y serpenteante obró, como una tela al rasgarse, dejando al imperio del espectro visible la pulpa vital del sentimiento ya sin coraza que lo defendiera.

Y así sucedió que entonces las huestes del dolor mellaron inmisericordes el seno del ser que, producto de la indefensión, sucumbió al puñal de la angustia que hendiendo su aguzada punta liberó el néctar de la lágrima convertida en sangre de su sangre, corriendo cual vital río y reblandeciendo aún más las torres de su razón.

Y así sucedió que el que alguna vez fue faro de tormentas convirtiose en débil espejo que solo devuelve la polarizada luz.

Y así sucedió que el flujo incontenible socavó el cimiento desmoronando la creencia, y el faro cuyo norte marcaba ya no iluminó la derrota sino el camino de la confusión.



Los estados de ánimo generan distintas sensaciones, su multiplicidad permite algunas veces, aún siendo estos no óptimos para reproducirse en positivo, que nazcan como fragmentos de uno mismo y que cobren vida, en este caso, la angustia se transformó en una bella expresión que me permito compartir con ustedes.
El mismo le pertenece a un ser entrañable con el que comparto desde hace años el placer de creer en utopías.