viernes, 5 de septiembre de 2008

Borges y Eco


La caricatura que aquí ven representa a Umberto Eco y a Jorge Luis Borges. El dibujante es un artista argentino de nombre Roberto Bobrow, a quien encontré de casualidad buscando imágenes que representaran mi post. Agradezco la deferencia que ha tenido en permitirme colocar su caricatura en mi blog y los invito a conocer sus trabajos visitando su página porque realmente son muy buenos. Ahora veamos qué motivó esta búsqueda.


Aunque las novelas no sean el género con mayor predilección personal, he de destacar algunas que realmente me han atrapado, esas que entusiasman a tal punto que uno puede quedarse todo un fin de semana leyendo. Eso produce Umberto Eco.



Borges, es otra cosa. A él tampoco le gustaban las novelas. Sus cuentos necesitan, una predisposición especial, una apertura a lo diferente; se necesita aprender a leer desmenuzadamente y por sobre todo conocerlo a él porque su obra es su propio espejo. Desde siempre escuché decir que Borges es “difícil”, no creo que lo sea, sí me parece que hay un preconcepto y que por eso antes de leerlo hay un suerte de negación.


En la novela “En nombre de la Rosa de Eco y el cuento de Borges, se establecen algunas comparaciones que lejos de ser odiosas son bastante interesantes. Un ejemplo es que cuando a Umberto Eco le preguntaron porqué el que custodia la biblioteca en su novela, es casi un calco de Borges, el respondió: “ Todos me preguntan por qué mi Jorge evoca por el nombre, a Borges. No lo sé. Quería un ciego que custodiase una biblioteca y biblioteca más ciego sólo puede dar Borges.

Borges había escrito y diseñado ya ese modelo de recinto oscuro que infunde miedo: “ El Universo ( que otros llaman Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercado por barandas bajísimas…”. Esas galerías estrechas y tortuosas, los anaqueles de atmósfera lóbrega, esos cuartos de mísera altura que acceden apenas la de un bibliotecario normal.

En El nombre de la Rosa” impera el laberinto hermético con muchos pasillos donde camina Jorge de Burgos el bibliotecario ( nótese como se desfigura levemente el apellido de Borges). Escribe Eco: “Clavaba sus ojos muertos en el vacío, como mirando unas páginas que su memoria había conservado nítidas… En resúmen, era la memoria misma de la Biblioteca. En esta misma novela el personaje Alinardo de Gottaferrata desenvuelve el mismo concepto de Borges: la Biblioteca es un gran laberinto, símbolo del mundo.

El nudo en la trama en "El nombre de la Rosa" es la búsqueda de un volumen y del asesino. Borges, en La Biblioteca de Babel " se adelanta al caso. Dice: “ Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud: he peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo del catálogo; ahora que mis ojos no pueden descifrar lo que escribo, me preparo a morir a unas pocas leguas del hexágono en que nací”.

La Biblioteca de Borges también tiene un aire críptico. Aquellos hexágonos deberán contener en alguna parte un libro que fuera el resumen de todos los demás. Vela el celoso guardián de una sabiduría prohibida porque hay libros que no pueden ser leídos.

Ambos autores – Eco y Borges- hablan de textos que cruzan las épocas y pintan a su modo un cuadro en que la lucha entre dios y antidios, entre el cielo y el infierno atraviesa la biblioteca, que también encierra las herejías pecaminosas de los hombres. Borges reconoce que esas aventuras con los libros han consumido sus años y espera “ que en algún anaquel del universo haya un libro total; ruego a los dioses ignorados que un hombre - ¡ uno solo, aunque sea, hace miles de años!- lo haya examinado y leído. Si el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo exista aunque mi lugar sea otro. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que en un instante, en un ser, Tu enorme Biblioteca se justifique.”

En la Biblioteca de la Abadía ( la de Eco) abundan los monjes sacrílegos, crímenes. Muchos del infierno. Muchos de los culpables son servidores de una deidad que puede conducir al desvarío, a la peor enajenación. Borges escribió muchos años antes párrafos que en este aspecto lindarían con la profecía: “ Afirman los impíos que el disparate es normal en la Biblioteca y que lo razonable ( y aún la humilde y pura coherencia) es casi una milagrosa excepción. Hablan ( lo sé) de la Biblioteca febril cuyos azarosos volúmenes corren el incesante albur de cambiarse en otros y que todo lo afirman, lo niegan y lo confunden como una divinidad que delira”.

Tanto de un escritor como de otro, hay mucho de que continuar hablando, asi que dejaremos para más adelante algo de la prolifíca producción que ambos tienen.

Espero les haya gustado esta curiosidad literaria y nos estamos leyendo!








12 comentarios:

Steki dijo...

Priiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!
Hola Grace®!
Excelente la caricatura, ya iré a ver.
Como excelente todo lo que vos aportás a nuestra cultura.
Espero nos veamos pronto porque estoy por ir a Baires.
Me he demorado un poco porque tuve que operar a Sofìa de apendicitis sin previo aviso, jaja!
Te aviso así organizamos algo.
Un cariño a Don G@to!
BACI, STEKI.

Grace® dijo...

Gracias Steki!! linda caricatura viste?. Me alegro de tu viaje y si, espero podamos reunirnos. Gracias por los saludos, serán dados. Beso Steki!

Gurisa dijo...

Hace poco que empecé a leer Borges. Estoy leyendo El Aleph que, evidentemente, tiene cuentos a veces muy disimiles entre sí (en cuanto al estilo).
Creo que la "dificultad" de Borges se encuentra en que exprime más que cualquier otro escritor el idioma español, con palabras que muchas veces desconocemos o directamente no usamos en nuestro hablar diario. ¡No envidio nada al que tiene por tarea traducirlo!
A eso hay que sumarle el hecho de que Borges era una persona muy culta, y en este mundo son pocos los que tienen la iniciativa de "empaparse" de cultura.

ADALBERTO dijo...

Grace, gracias por el análisis que hacés de Borges y Eco, porque ambos autores tienen un estilo muy particular que exige leerlos detenidamente y es bueno tener un conocimiento previo de su obra.
Comparto tu idea que sobre ellos, más sobre Borges, existe cierto tipo de preconcepto.
Con todo afecto. Adal.

Sandra Figueroa dijo...

Hola, exelente, me encanto la caricatura y el texto. Pasare a visitar, besos, cuidate.

Grace® dijo...

Gurisa Es verdad, sus narraciones incluyen muchas palabras que desconocemos, eso es lo único que puede hacerlo más profundo, yo cuando empecé a leerlo lo hacía con un diccionario al lado jaja, asi se aprende. Claro, solo para pacientes. Gracias por pasar Gurisita, un beso.

Adalberto:El preconcepto es el mayor motivo por lo cual a Borges no lo lee tanto como debiera, pero como ya es un clásico, veo que esto está variando en los últimos años, un Borges al alcance de todo el mundo. Gracias por tu visita Adal, un beso!.

Poetiza: Me encantó la caricatura y me alegro que les guste, ha ensamblado muy bien con la intención del post. Gracias por acompañarme Poetiza!

markín dijo...

Dónde habrá ido a parar ese libro?; me pongo a pensar ahora. recuerdo haberlo prestado :)

Eran los tiempos en que prestaba libros. "los libros prestados, son como los hijos que se van a la guerra, no se sabe en qué estado volverán"... bueno, este hijo no volvió.

En su tiempo, me encanto el Nombre de la Rosa. Me puse trsite al terminarla.

Ahora, en presente, me haces recordar la tetrícidad mostrada en sus líneas. Me sábía a oscuridad, velas y papiros. Conflictos entre grupos religiosos.

Borges ingreso en mí por el ajedrez. Una vez que algo llama nuestra atención es cosa de seguir la cadena...

poco a poco todo se entrelaza.

Siempre instructiva en mí. Gracias.

chau.

Anónimo dijo...

Nada es casual, tampoco esa caricatura.
Tanto Eco como Georgie recurren a simbolismos coincidentes como por ejemplo los laberintos y, como sabemos, tampoco un laberinto es casual sino un ingenio tendencioso a la confusión.
La lectura y comprensión de ambos escritores requiere, a mi dudoso juicio, de una sola característica ineludible en el lector: atención; luego de eso viene el disfrutarlos.
Sentida Grace, como siempre, me siento amenazado por ud.

Monica dijo...

!!!Que buen análisis !!! me encantó.
Es verdad que cuando lees la novela de Eco enseguida pensas en Borges, pero no había leídos las declaraciones de él.
Yo también cuando entro en una biblioteca siento el hermetismo del silencio y me gusta sentirme " encerrada " en ese olor a papel.
Amo a Borges, aprendí a leerlo en la facultad, mi profesora fue la señora Alicia Zorrila una genia.
Gracias por la informacion, muy buena.
Besos

Grace® dijo...

Chichipío Qué hermoso piropo literario!. Estoy totalmente de acuerdo con la forma de lectura.Hay autores que simplemente uno se deja llevar en forma natural a medida que leemos, en otros casos exige de nuestra atención, pero solo eso. si lo logramos es placer es directamente proporcional. Gracias por tu visita Chichipio, un placer como siempre.

Mónica Me alegro encontrarme con alguien más que le guste Borges, un escritor que merece ser un poco más popular si es que cabe la palabra en este caso, pero creo que se debiera leer más y disfrutarlo como hacemos quienes gustamos de su obra. Un beso Mónica!

A dijo...

Grace, magnifico!, Culturizante. Me gustan algunas obras de Borjes, a veces no comporta ese sabor agridulce que comparte en algunos de sus cuentos, pero en fin, un genio de la literatura.

No he venido antes a visitarte porque no he tenido nada de tiempo. Pero si Dios quiere en un par de semanas atenúan las obligaciones. Muchos cariños Grace, Emi.

unServidor dijo...

Respecto a lo díficil de Borges, siempre creí que lo dicen quienes arrancan la buena literatura por él, y entonces no entienden las infinitas referencias que hace a otras grandes obras literarias (e incluso a la historia, las culturas, etc).
De pronto uno toma algo de JLB sin haber leído a Homero por ejemplo. Pero entendamos que él escribió habiendo ya leído eso y mucho más. Y le creo cuando decía que disfrutó más leyendo que escribiendo.

Un beso